Si el concejal del PP Jorge Azcón cree que el cartel del III Guillotina Fest “incita al odio y al rencor social sugiriendo la eliminación física de determinados líderes políticos”, la Asamblea de la Semana Cultural de la Madalena se preocupa, mucho y con todo respeto, por la capacidad cognitiva de este representante político.
Nos preguntamos si no tiene cosas más importantes que hacer el grupo municipal del Partido Popular que decir disparates. No sabemos quién se puede tomar esto en serio.
El Guillotina Fest es sólo uno de los 100 actos de nuestra Semana Cultural de la Madalena (SCM), que celebra su 29ª edición. La SCM la organizan decenas de entidades, comercios, asociaciones y vecinos, cuenta con 70 colaboradores y tiene una trayectoria consolidada. En esta ocasión destaca el mayor peso en la programación de la Comisión Infantil, con participación de las AMPAS de los colegios públicos y otras entidades
La SCM se autofinancia en el 95% de sus gastos. No gasta presupuesto de la Comisión de Fiestas del Casco Histórico. En los últimos 18 años, con gobiernos de todos los colores, ha recibido una ayuda de entre 1.000€ a 1.400€, de la Junta de Distrito Casco Histórico, que se han dedicado a gastos generales (a ninguna actividad en concreto), excepto en los últimos 2 años donde esa partida se ha dedicado a apoyar el Madalena Street Market.
En esta edición se presentó un proyecto en los presupuestos participativos del Casco Histórico – partida presupuestaria repartida por la decisión del voto directo de la ciudadanía, seleccionando entre 30 proyectos presentados – y se le ha concedido una subvención de 2.000€, cuyo importe estaba previsto que soporte en un 70% gastos del Madalena Street Market y en un 30% sanitarios instalados en calle. Ni un duro para el Guillotina Fest. Podemos renunciar a esa subvención sin variar en absoluto el contenido de nuestras actividades.
El VI Madalena Street Market contará con la participación de unos 130 expositores en el entorno de la plaza de la Madalena, fomentando el consumo en el pequeño comercio. Comercio tan necesitado de fomento como desatendido por los partidos políticos que tanto ayudan a las grandes superficies comerciales en esta ciudad.
Anticipándonos a la posible acusación de encasillamiento partidista, añadida a la necedad de “sugerir la eliminación física de determinados líderes”, recordamos que la nota de prensa enviada ayer a los medios para anunciar el comienzo de la SCM denuncia la inacción del Gobierno de Zaragoza (ZeC) al no reponer los bancos (los de sentarse) que han desaparecido por deterioro de nuestras calles. Bancos que representan la concepción que tenemos del espacio urbano como lugar de encuentro para ser vivido y no como viales. La esencia pura del espíritu de la SCM.
Puede gustar o no el cartel del Guillotina Fest, pero no va más allá de una provocación que no tiene por objeto ofender y que refleja el espíritu disidente de parte de la vecindad de este barrio. Se ha sacado intencionalmente de contexto el sarcasmo del cartel, algo realmente peligroso a lo que nos empieza a habituar el PP. La imagen señalada es una metáfora que utiliza a las cabezas visibles del poder y la icónica guillotina para denunciar a los responsables últimos de la dramática situación que su crisis y corrupción nos hace vivir a “los de abajo”. Es un cartel paródico, por lo que entendemos que no tendrán recorrido las iniciativas de Azcón.
Denuncia Azcón la “utilización política de la Semana cultural de la Madalena”. Cierto, en eso estamos muy de acuerdo. La SCM siempre ha tenido un carácter reivindicativo y político. Porque todo es política, como lo es el proceso de autogestión y organización de nuestras propias fiestas. Fiestas de un barrio con un alto componente reivindicativo y cuyo tono jocoso no pretende herir sensibilidades sino mofarse del tiempo hiperpolitizado que nos toca vivir.
Alguien aquí está traspasando una peligrosísima línea, con argumentaciones miserables y de forma reiterativa, y no es esta Asamblea de la Semana Cultural de la Madalena. Una actitud perversa que debería hacernos reflexionar.